El sindicato del sector informal de la India, LMKS, integrado mayoritariamente por trabajadoras, emplea diferentes estrategias de negociación colectiva según las condiciones específicas de trabajadores informales de las fábricas de prendas de vestir y los trabajadores del vestido a domicilio.
Para quienes trabajan en fábricas de prendas de vestir informales, los problemas más apremiantes a nivel de taller incluyen los despidos arbitrarios, la retención de salarios, el acoso y la falta de pago de horas extras, así como la falta de pago de asistencia médica en caso de lesiones.
Cuando se produce un problema, en primer lugar solo intervienen dos o tres sindicalistas y los trabajadores afectados, que hablan con el propietario de la fábrica. Si el empleador se niega a atenderlos, los 11 sindicalistas se unen a ellos. En muchos casos esta estrategia ha tenido buenos resultados debido a la reputación de protesta y acción colectiva del sindicato, además de que está registrado oficialmente y tiene la condición de sindicato a nivel estatal.
Para los trabajadores subcontratados a domicilio, el sindicato emplea acciones colectivas contra los contratistas y los propietarios de las fábricas, y también trabaja para generar puestos de trabajo y aumentar la tarifa que se paga por pieza con pedidos directos de fábricas y centros comerciales.
Si los contratistas estafan a los trabajadores, por ejemplo, reteniendo la totalidad del salario si el trabajador cometió un error en el trabajo de terminación de un producto, los sindicalistas negocian con los contratistas para que paguen al menos la mitad de la tarifa por pieza. El sindicato también recopila datos y detecta cuando se pagan tarifas desiguales por las mismas piezas y moviliza a los afiliados para que luchen conjuntamente para exigir que se paguen las mismas tarifas.
Si el contratista se niega a pagar la tarifa más alta de forma igualitaria, los trabajadores colectivamente dejan de trabajar, por lo que se retrasan los pedidos. Para la mayoría de los trabajadores, es difícil establecer y mantener relaciones individuales directas de pedidos con los propietarios de las fábricas en lugar de las empresas subcontratistas.
Por consiguiente, en 2012 se decidió, en una asamblea sindical, que a fin de mejorar la seguridad del empleo y aumentar las tarifas por pieza, el sindicato debe facilitar los pedidos de las fábricas para los afiliados. Los sindicalistas negocian con los propietarios de las fábricas y distribuyen el trabajo a sus afiliados, evitando así la comisión que cobra el contratista (hasta un 80 % sobre cada unidad), lo que permite que los afiliados sindicales reciban una tarifa a destajo que es mucho más alta que la que recibirían por medio de un contratista.
Las tarifas facilitadas gracias al sindicato son entre dos y cuatro veces más altas que las tarifas de los contratistas. El sindicato recibe una comisión mucho menor, del 20 %, que se usa para pagar los costos del transporte de los sindicalistas y para generar ahorros para futuros pedidos para los que sea necesario comprar materiales.