Formar parte del equipo de negociación es una gran responsabilidad. Permite tener una visión interna de cómo opera el empleador y cómo se determinan los salarios y las condiciones de trabajo.
El negociador jefe debe ser alguien a quien los demás trabajadores, los miembros del equipo de negociación y los dirigentes sindicales elegidos respetan y en quien confían. Esta persona liderará el equipo negociador. Si hay alguien en tu organización que cumpla con estos criterios pero que no cuente con experiencia en negociación, piensa si puedes vincular a esa persona con alguien del movimiento obrero que pueda asesorarla.
Cada miembro del equipo de negociación debe comprender y valorar las inquietudes de todas las trabajadoras y los trabajadores, así como la estrategia y las tácticas generales de la campaña sobre contratos. El equipo debe estar unido y ser representativo para hablar con la dirección, los medios de comunicación y las trabajadoras y los trabajadores.
Si los miembros del comité ponen sus propios intereses por encima del bien común, la dirección explotará su egoísmo para generar divisiones entre las trabajadoras y los trabajadores. Estas divisiones debilitan el poder del equipo y el sindicato.
Los miembros del equipo de negociación pasan tanto tiempo juntos y con el o los empleadores que a veces pueden olvidarse de cómo ven el proceso de negociación las trabajadoras y los trabajadores que no están participando de la misma manera. Una comunicación constante sobre las negociaciones puede ayudar a corregir la desinformación y los rumores en el lugar de trabajo, y a recoger las críticas.
Algunos sindicatos cuentan con equipos de negociación grandes para garantizar la máxima representación y participación de las trabajadoras y los trabajadores. Otros sindicatos tienen pequeños equipos para simplificar la parte del responsable de la toma de decisiones y mantener los costos bajos. Si no tienes un equipo de negociación grande, asegúrate en especial de que el equipo de negociación sea representativo en términos de género, raza, origen étnico, religión, edad y casta, y que esté estrechamente ligado a arbolitos o estructuras de delegados sindicales del lugar de trabajo.
A cada integrante del equipo de negociación se le puede asignar un grupo específico de trabajadores para que los mantenga informados y comprometidos. Un contacto asiduo con las trabajadoras y los trabajadores, los líderes de los arbolitos y los delegados sindicales del lugar de trabajo ayudará a mantener al equipo de negociación conectado con las inquietudes y las realidades del lugar de trabajo.
El compromiso de tiempo para los miembros del equipo de negociación es considerable. Algunos empleadores y sindicatos otorgan tiempo libre remunerado por salarios perdidos, pero muchos no. Por lo general para la negociación se necesita trabajar durante largas jornadas y los fines de semana, tanto en la mesa de negociación como para mantener a las trabajadoras y los trabajadores informados. El sindicato deberá apoyar a los miembros del equipo de negociación, en particular a las mujeres, con el cuidado infantil, el transporte, horas adicionales para ausentarse del trabajo o ayuda adicional con las responsabilidades del hogar. Es posible que necesites suplentes que puedan reemplazar a los miembros del equipo de negociación cuando no estén disponibles.
Que las sesiones de negociación estén abiertas para que todas las trabajadoras y los trabajadores asistan y observen puede ayudar a fomentar la transparencia y mejorar el conocimiento de las trabajadoras y los trabajadores del proceso de negociación. Programa las sesiones para momentos en los que las trabajadoras y los trabajadores puedan concurrir a hablar y hacer sentir su presencia cuando se estén tratando temas importantes en la mesa de negociación. Escuchar al empleador o los empleadores (y no a tu sindicato) explicar directamente por qué las trabajadoras y los trabajadores no merecen mejores condiciones es una experiencia que puede ser motivadora. Es bueno que tantos trabajadores como sea posible participen directamente de las conquistas y los fracasos colectivos durante la negociación.