El uso de indicadores de resultados en la planificación nos permite mantenernos en el rumbo correcto. Si existen obstáculos o plazos impuestos externamente, por ejemplo, la fecha de vencimiento de un acuerdo colectivo o una amenaza de privatización, es importante comenzar con las labores de organización con la suficiente antelación. A menudo nos retrasamos o demoramos y luego culpamos a los otros trabajadores si no participan cuando los necesitamos.
Cuando tratamos con trabajadores no sindicalizados o vulnerables, antes de hacer cualquier manifestación pública de apoyo al sindicato es importante establecer algunos parámetros. Por ejemplo:
__ % de nombres e información de contacto de las trabajadoras y los trabajadores.
__ % de trabajadores que están en contacto con el sindicato y se pueden llamar en un plazo de 48 horas.
__ % de trabajadores que están familiarizados con los aspectos básicos del sindicato.
__ % de trabajadores que dicen estar dispuestos a expresar públicamente su apoyo al sindicato.
Si las trabajadoras y los trabajadores están expuestos a una importante presión o incluso a la violencia del empleador, confrontar al empleador sin la participación clara de la mayoría de las trabajadoras y los trabajadores significaría exponer a estos y al sindicato a riesgos innecesarios. Cuando las trabajadoras y los trabajadores están sujetos a mucha presión, estos parámetros deben acercarse a un 75 % en lugar de a un 50 %. Una participación del 75 % nos permitirá mantener el apoyo de la mayoría, incluso si el empleador aumenta la presión y algunos trabajadores se retiran del proceso.
Cuando las trabajadoras y los trabajadores sienten miedo o cuando la presión sobre ellos aumenta, estos parámetros nos ayudarán a mantener los esfuerzos de organización en la «clandestinidad», para que las trabajadoras y los trabajadores puedan continuar trabajando tranquilos y con la menor exposición pública posible hasta alcanzar el punto de referencia establecido. Cuando se trabaja en la clandestinidad, el sindicato no debe hacer declaraciones públicas o comunicados de prensa. En lugar de organizar grandes reuniones públicas, el sindicato deberá optar por reuniones pequeñas de entre dos y cinco participantes de confianza. Se deben evitar los materiales escritos, ya que estos se pueden mandar fácilmente al empleador. Una vez que se logra alcanzar el punto de referencia, los esfuerzos de organización se harán públicos.
Si el empleador descubre los esfuerzos de organización, el sindicato deberá continuar con su estrategia «clandestina», sondeando, hablando con las trabajadoras y los trabajadores, capacitando a más organizadores, realizando actividades sociales, sin participar al empleador hasta que se alcance el porcentaje deseado. Si el empleador toma represalias mediante despidos o violencia, el sindicato deberá manifestarse públicamente contra dicha violencia y despidos, pero puede continuar con los esfuerzos de organización «clandestinos» con aquellos sectores del personal con los que le sea posible hacerlo.
Los indicadores de resultados son muy útiles a la hora de prepararnos para una movilización o huelga. Primero debemos definir la cifra que queremos alcanzar, ya sea 40 o 4.000. Si, por ejemplo, necesitamos 4.000 trabajadores, debemos asegurarnos de que al menos 3.000 (el 75 %) se comprometen a asistir antes de generar algún tipo de movimiento. O quizás solo necesitemos el 50 %.
Los parámetros se deben concentrar en aquellas áreas del sindicato o lugar de trabajo donde necesitamos la mayor participación de trabajadores. Trata de identificar aquellos colectivos de trabajadores que quizás tengan escasa representación sindical, como las mujeres, los jóvenes, los migrantes, las trabajadoras y los trabajadores racializados o aquellos que pertenecen a castas inferiores o minorías religiosas, y evalúa si es necesario establecer Indicadores de resultados adicionales para aumentar su participación.